Sabor agridulce

La gran tarea de Esteban González y la contundencia de Tigre, contrastan con los serios errores defensivos, que le permitieron a All Boys llegar a la igualdad. Por los dos goles de Teté y el de Denis Strcqualursi, el Matador estuvo tres veces en ventaja, pero no lo supo aguantar. Y el 3 a 3 final deja una sensación ambigua. El equipo de Caruso Lombardi se llevó un punto de Floresta, aunque pudieron haber sido tres.

Mucho se habló de la lesión de Román Martínez y cómo se lo reemplazaría. Varias fueron las especulaciones. El técnico le dio la confianza a Teté González y no se equivocó. El experimentado jugador fue fundamental, con su labor en el medio de la cancha y en el área rival. Clave en las pelotas detenidas, que son arma letal de este Tigre de Caruso, el ex Gimnasia La Plata llegó al gol en dos ocasiones y cumplió con creces su difícil misión de que no se sintiera la ausencia de Román.

Pero falló en defensa el visitante. Y eso le posibilitó a Grazzini, con apenas destellos de su fútbol, alcanzar la igualdad en las dos ocasiones. Una con una gran definición por arriba del cuerpo de Ardente y otra con un fuerte remate desde la puerta del área, tras una gran jugada colectiva.

Fue vibrante el encuentro. Paradójicamente abierto, en un escenario chico y con un Tigre armado para cerrarle todos los caminos a su rival. Pero este batallador cuadro de Caruso no tuvo la solidez de otras ocasiones. Aunque sí peso ofensivo. Y con la intimidante presencia de Stracqualursi alcanzó por tercera vez la ventaja. Tras un pase largo, el delantero le ganó a los defensores, se metió en el área y venció el arco de Cambiasso, pero a pocos minutos del final, un cabezazo de Matos puso el 3-3 definitivo.

No fue malo el punto cosechado en Floresta, ante un All Boys que se hace fuerte de local. Allí cayó nada menos que Estudiantes, holgado líder de este torneo. Aunque queda el sinsabor de los dos puntos que se escaparon, porque Tigre no lo pudo cerrar.